Una historia de autenticidad y tradición familiar.
Casi 100 años dedicados al jamón ibérico en Guijuelo.
Una familia ligada al ibérico
El sabor de una historia familiar
En Hernández Redondo llevamos casi un siglo dedicados al jamón ibérico. Todo empezó en Guijuelo, donde generación tras generación hemos mantenido viva la esencia de nuestra tierra y el respeto por una forma de elaborar que no entiende de prisas.
Hoy seguimos siendo una empresa familiar que apuesta por lo de siempre: autenticidad, tradición y un trato cercano con quienes confían en nosotros. Para nosotros, un jamón no es solo un producto: es parte de nuestra historia.
Elaboramos con autenticidad porque controlamos cada paso
Controlamos todo el proceso: desde la granja hasta la fábrica
De nuestras granjas
En Hernández Redondo criamos nuestros propios cerdos ibéricos. Esto nos permite garantizar su bienestar y cuidar de su alimentación desde el primer día. Para nosotros, la calidad empieza en el origen, y contar con nuestras propias granjas nos da la tranquilidad de ofrecer siempre un producto auténtico y fiel a nuestra forma de entender el ibérico.

Nuestra fábrica
En Guijuelo, cuna del ibérico, contamos con fábrica propia donde cada pieza se cura de manera natural y con el tiempo necesario. Al controlar todo el proceso en nuestras instalaciones, mantenemos la esencia de la tradición y aseguramos que cada jamón lleve nuestro sello de calidad y compromiso

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